El Maíz

La Siembra

Los mayas saben mucho sobre la siembra. Cada vez que siembran, reverencian las semillas, especialmente el maíz. Este ritual es compartido con sus hijos con la finalidad de que aprendan y continúen con la tradición.

 

Un día antes de la fecha de siembra, el papá dice: Chawaq yajtikon, wakami qawaraj ri ija'tz. Vamos a velar toda la noche la semilla del maíz porque mañana es el gran día de la siembra.

 

Mayores, jóvenes y niños de las familias de la comunidad participan en la vela ritual. Esta vela representa el respeto que se le rinde a la semilla el día antes de ser esparcida. Durante el ritual queman incienso sobre el precioso grano y señalan los puntos cardinales con candelas encendidas. De esta manera, el aire no podrá entrar y botar la milpa cuando esta esté jiloteando.

 

La posición de las candelas sugiere las cuatro esquinas de la casa. Así aprenden los hijos a ofrendar con mucha devoción y a compartir con los vecinos su alimento en los días de siembra. Al actuar de esta manera, piden para que nada le pase a la milpa.

 

Así como dicen cuando siembran, dicen cuando tapiscan. K'oj chinqamatyoxil chi re ri lo'oläj Ajaw ri qixim. Nqak'ul ri urtisanik paruwl' rl' qatikoj. Tenemos que reverenciar al maíz que nos da Dios. Ahora, está presente la bendición en lo que sembramos.

 

Luego, queman incienso sobre las mazorcas y sobre el palo donde van a colgarlas; de esta manera, piden que la siguiente cosecha sea tan buena como la presente y que no falte la semilla para la próxima siembra.